Cuando uno tiene una actividad sexual seguida, es frecuente hacer preguntas en cuanto a la higiene íntima. Que debe adoptar para mantenerse fresco y claro frente a su pareja. Aquí hay algunos consejos para distinguir entre cuidados esenciales y superfluos.

Higiene íntima para adoptar diariamente

En cuanto al ritmo, el baño íntimo es al menos una vez al día, idealmente dos veces. Debe hacerse con un producto simple, y exclusivamente a mano, la toallita, un verdadero reservorio de gérmenes, para evitarla por completo.

Un buen jabón sería suficiente, pero los productos tradicionales reales son casi imposibles de encontrar. Por lo tanto, es mejor usar una toallita suave, sin detergente, de pH neutro, sin lavado. De esas especiales que venden en los supermercados.

Al igual que en el baño, evitamos los gestos que van del ano a la vagina y que podrían traerle gérmenes fecales. Cuando el inodoro está bien hecho y es diario, es aconsejable evitar las braguitas. Están hechas de productos sintéticos y mantienen la humedad y la maceración.

Igualmente, los desodorantes, ya que no implican un sexo limpio. Y un sexo bien cuidado no desprende ningún olor desagradable. En cuanto a toallitas especialmente diseñadas para la intimidad, pueden ayudar ocasionalmente, pero no reemplazan el inodoro.

Finalmente, durante los períodos de irritación o infección por hongos, el lavado es esencial. Pero para evitarlo es desagradable, debe elegir un producto adecuado en la farmacia.

Por un lado, será un poco más agresivo contra los gérmenes que los artículos de tocador estándar y, por otro lado, será necesario elegir un pH alcalino, no acentuar la sensación de quemaduras. El farmacéutico puede aconsejarle un producto adaptado a tus síntomas.

También puedes complementar con un curso de suplementos de tipo probiótico (lactobacilos) para fines vaginales, o tampones también empapados en probióticos, que restaurarán el equilibrio de la flora vaginal.

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